Conviviendo con la Sintomatología

Convivir con la sintomatología de un trastorno vestibular no es para nada sencillo, como puede verse quizá desde afuera, ya que, pareciera muchas veces, que la persona afectada puede estar y sentirse, dentro de todo normal, a la vista de los demás, aún sin estarlo, por lo cual puede pasar desapercibido lo que le sucede, y dar esto total descredibilidad a lo que la persona dice padecer, dada la invisibilidad de la misma enfermedad.

¿Cómo es convivir con la sintomatología de la MV en forma crónica?.

En mi caso al sumarse el diagnóstico de PPPD, mi sintomatología es continua, es permanente, por lo que hasta el momento se me ha hecho un tanto complicado poder convivir con la sintomatología.

Dificultándome todo lo que incluya mover la cabeza, los ojos, el cuerpo, y todo lo que se mueva, ya sea, yo estando arriba como ascensores, escaleras mecánicas, autobuses, avión, aerosillas, teleféricos,etc., dado que, estoy muy sensible a la percepción del movimiento y a agudizarse los mareos debido a ello, además de estar sensible a la pérdida de estabilidad en las diferentes posiciones y posturas del cuerpo, y todo lo que sea mirar algo que se mueva o a mucha sobreestimulación visual, por ejemplo a estar en supermercados, shoppings, las pantallas de cine, mirar tv, ir moviendo y mirando la pantalla del celular para iniciar la lectura, etc., me aumenta el mareo y hace perder la estabilidad visual, en mi caso la poca que tengo, ya que nunca focalizo bien los ojos al mirar debido a el cuadro generado por esta enfermedad, tampoco puedo realizar lecturas en libro por mucho tiempo, allí me empieza el dolor de cabeza de inmediato y la molestia visual se torna más aguda. Además tengo sensibilidad sensorial continua, sobre todo a los ruidos, a la luz y los aromas, aunque es cierto que ahora, todo esto un poquito más tolerable que en un principio.

Una, a lo largo del tiempo que va con esto, observa, que muchas personas, ante la incomprensión de lo que nos sucede a los que padecemos todos estos síntomas, muchas veces, se toman a mal que uno no pueda estar a la altura de sus expectativas o de las circunstancias, porque hay momentos en los que uno está tan sensible para escuchar sonidos, que por ejemplo no se pueden tener largas conversaciones, porque el umbral de tolerancia de intensidad del sonido es muy bajo en esos momentos, y las molestias y sensibilidad se agudizan rápido, esas personas quizá por no comprender dejan de hablarte o se ofenden, por no conocer del tema, y por más que uno intente explicarles, rápidamente caen en juicios y en su manera de entender las cosas, y esta enfermedad aún no entra en la manera general de conocer y entender el mundo para el común de la población. La distorsión auditiva también es otro problema en mi caso que me dificulta diferenciar bien los sonidos.